Del
cuaderno de Elvireta :
Hoy
ha amanecido lloviendo. En estas tierras atlánticas a menudo llueve
fuerte, duro, breve. Otras veces suave, blando, generoso. Después
sale el sol, el agua se evapora y nace una niebla, blanca y baja, que
se agarra a la tierra y crea un paisaje sutil y esponjoso, casi
irreal, como salido de un sueño.
Nuestros
caminos han corrido paralelos. Los de Joseph por senderos lozanos,
frescos, mojados y los míos por una terrible N-204 muy transitada.
Sus
ojos y los míos seguro que han coincidido muchas veces en mirar los
mismos lugares, los mismos nombres de poblaciones, las mismas
indicaciones... Los ojos de Joseph miran a todas partes absorbiendo
cada rama, cada tronco, cada piedra, cada casa, cada hórreo... y
siempre piensa en las cosas que nos hacen sentir bien.
Mi
mirada tiene que ir más ligera, sin distracciones, pero veo también
los “cruzeiros”, las “aldeias” pegadas unas a otras, los
“atençaos” de las señales de la carretera.
Pocos
peregrinos se ven por estas carreteras y la mayoría parejas maduras
extranjeras.
Si
tengo ocasión les digo: “you need anything?” y me emociono
mucho, no sé el porqué. Ayer compartí unos plátanos con una
pareja francesa.
Quisiera
hacer un “scandisk” de la
materia gris en cada paso. Cruzamos Portela, Outeiro, Facha, Campo
Novo, Pedrosa y, por fin una sorpresa, Ponte de Lima.
PONTE
DE LIMA con mayúsculas.¡¡ Precioso, precioso lugar !!
La
entrada a la villa es hermosa y no la supera ningún otro lugar visto
hasta ahora del Camino; compensa con creces el cansancio que acumulan
los caminantes.
Leí
en una guía que el río Lima fue objeto de atención de escritores
romanos que recogían la leyenda del “río del olvido” que decía
se podía perder para siempre todos los recuerdos de tu memoria si
osabas cruzarlo.
La
leyenda se quebró cuando un caudillo romano lo cruzó en solitario y
luego llamó por su nombre a cada uno de sus legionarios para que
superaran su temor y cruzaran las aguas.
Lo
que no es leyenda es que nunca olvidaré este puente, el principal
monumento de este bello lugar.
Actualmente
está reservado sólo a peatones y fue construido por los romanos. Un
cambio en el curso del río obligó a prolongarlo hacia la villa.
Tiene 380 m con 5 arcos de medio punto romanos y los 10 restantes
ojivales, con sus ojos y tajamares.
Lo
primero que hice al llegar fue dirigirme a la oficina de Turismo
situada en una torre medieval de las tres que quedan de la antigua
muralla. La acogida fue genial.
Luego,
en una sencilla tienda de la Plaça Camoes, un muchacho miró mi
portátil y le dio una nueva conexión porque tenía problemas con
internet.
Fue
curioso el modo de comunicarnos. Buscó en Google el Traductor e iba
escribiendo lo que quería decirme y, simultáneamente, iba saliendo
la traducción al castellano.
Esperando
a Joseph recorrí la zona monumental con sus dos torreones,
reminiscencias de la antigua muralla, sus iglesias, sus pazos y
jardines, muy cuidados, encontrando gran tranquilidad en sus
callejuelas, siempre con la relajadora vista del puente.
Comimos-cenamos
en un local que me aconsejaron. Era el “Vaca da cordas” (El toro
de soga), un restaurante que no tenía ni un espacio libre sin decoración
taurina. Lo bueno del tema taurino es que en Portugal no matan ningún
toro en la fiesta.
El
horario europeo de los portugueses hace que a las 7 de la tarde nos
encontremos solos sentados en un banco de la calle principal.
¿Qué son estas imágenes?
¿Qué son estas imágenes?
Nombre de este animal tan simpático.
Pues a mi no me ha llovido. ¡Que cosas! Tan lejos y, a la vez, tan cerca.
ResponderEliminarA los toros no les matan en público, pero lo hacen varios dias mas tarde en un matadero con el consiguiente sufrimiento.
Bonita historia la del rio del Olvido y los romanos, ahora se da mucho con los políticos que tenemos. Miguel.
Son montones de paja. Una vaca y una "gavina".
ResponderEliminarNos ha gustado mucho la foto con la banda de músicos. ¿Qué canción estaban tocando?
Qué suerte poder respirar nuevos aires cada día.
Aprovechad cada segundo.
Esos paisajes después de una refrescante lluvia no se nos olvidan, no sólo su visión difuminada entre la niebla, sino el olor y sonido de la Naturaleza tras que el chaparrón destapa los sentidos.
ResponderEliminarEspectacular puente romano, y poder recorrerlo sólo a disposición de los caminantes.
Abrazos.
Estoy tan liada preparando mi examen de francés que... ¡puf! ¡se me ha pasado el tiempo volando! ¡¡y vuestras etapas también!! ¡qué alegría ver esa imagen del encabezado!
ResponderEliminarqué hermosos lugares! Ponte de Lima a nosotros nos gustó mucho. Cruzar ese puente tranquilo es lo mejor que ahí...
y... esos gigantones de paja de la foto..¿qué hacen, ahí, todos en fila? qué son ¿trolls? ¿cheewakas? jajajaja
¡me encantan las fotos para los nietos!
Bss,