Mañanitas néboa, tardes ensolaradas
Cuando
estoy en el Camino tengo la sensación de vivir continuamente en
presente, sin darle vueltas al pasado ni al futuro, disfrutando
intensamente del momento en que me encuentro. Esta sensación la
deberíamos tener siempre, pero el futuro incierto está ahí y más
en estos tiempos.
Hemos
notado un cambio sustancial en esta primera etapa por tierras
gallegas, el número de albergues se dispara y eso permite fraccionar
las andaduras casi a la carta y encontrar siempre una cama y una
ducha caliente.
Eso
ha sucedido hoy: la cama la teníamos reservada en O Porriño; Joseph
avanzó hasta Mos y terminó en Redondela donde yo lo recogí y
regresamos a O Porriño (creo que ha sido la habitación que peor he
encontrado nunca, sin comentarios).
"El peregrino agradece, no exige", pero en este caso el precio es abusivo.
La
acogida cálida la tuve en un bar de Mos, creo que se llama A Rua.
Pasé dos horas compartiendo charla y tortilla de patatas con una
familia encantadora que lo tiene montado.
Es
un sitio muy sencillo, pero la charla cálida y cariñosa compensa
todas las demás cosas. Recuerdo que la señora me ha preguntado mi
nombre y ella me ha dicho el suyo y ahora mismo no lo sé y me
sabe mal este despiste.
Joseph
pasó por Mos, tomó un agua mineral y quiso alargarse hasta
Redondela.
Camino
de Redondela paré a orillas del río Louro, el día lucía hermoso y
las tonalidades del paisaje en estos días es un magnífico
espectáculo para deleite de los ojos que lo miran. Discurrir por las
rutas de esta tierra gallega en plena época primaveral despierta
numerosas sensaciones.
Mi
furgo y yo continuamos hasta Redondela para regresar a descansar en
el anterior lugar, el de la habitación “asquerosa”.
O Porriño no
tiene nada importante que destacar, sólo el menú de ocho euros con
un buen chuletón gigante de ternera gallega.
Estas flores del Camino las dedicamos con todo cariño a todos los lectores que nos siguen:
Acertijo para el que primero lo sepa:
¿Qué significado le dan los gallegos a esa banda azul de su bandera?
Para que Clara describa esta foto con dos o tres frases:
Mario explicará qué ve en estas fotos:
La banda azul, ¿representa el río Miño?
ResponderEliminarClara: Hay un uzón para tirar las cartas. Encima una barra de pan que no cabe en el buzón y un cartel que pone "cuidado con el perro".
Mario: Unas ocas, els bombers y el gall i la gallina.
Ya tenemos ganas de veros. Una calor del carajo.
Sí, la banda azul es el Miño.Aquí el tiempo es estupendo, poca calor y sol luminoso. Os quiero. Voy a colgar la etapa.
EliminarLo del chuletón gigante en un menú de 8€ es digno de ser destacado. No sabes como siento "la asquerosa", pero seguro que todo tiene su compensación.
ResponderEliminarMe identifico contigo, Jose Antonio, al hablar del presente cuando estás andando, que manera de sentirlo tan intensamente cuando sufres. Aunque no podría ir con vosotros a un camino como este, sufriría a diario para elegir las cuatro fotos que pone en su escrito la escritora maravillosa.
¿Sabeis que el bloc lleva una descompensación horaria de 9 horas? Mi comentario esta escrito a las 23:12. Es algo habitual.
ResponderEliminarLa compensación fue un regalo en el Parador de Pontevedra y esta pasada noche en una sencilla pensión de Caldas de Reis.
EliminarLas fotos las hace Joseph, una media de 250 al día. Yo las descargo a diario y así las tengo clasificadas.
Mi cámara sólo hace de las comidas y cosas curiosas, ya pondré alguna, pero no son buenas.
Lo de la descompensación horaria ya me he dado cuenta, pero no tengo tiempo de arreglarlo.
Ahora mismo estoy en un bar escribiendo rápido porque tengo poca batería.
Un abrazo muy fuerte.
No dejo de aprender con vosotros, de lo de la franja azul no tenía ni idea.
ResponderEliminar“El peregrino no exige, agradece” pero el hospitalero, si cobra, tiene que dar algo decente.
Gracias por las flores, son preciosas. B7s.
Lo de la franja azul yo tampoco lo sabía, me lo contaron aquí. ¿Sabes que estoy aprendiendo muchas cosas? Ya sé algunas cosas en gallego y me encanta aprenderlo.
ResponderEliminarLo de la pensión de O Porriño fue de juzgado de guardia. No dije nada porque la muchacha que lo atendía no tenía la culpa y ella nos trató muy bien.Un beso.
En el último Camino nosotros también tuvimos una noche en un lugar "asqueroso", pero al menos fue gratis....
ResponderEliminarDe oca a oca y tiro porque me toca, y de puente a puente y sigo porque me lleva la corriente.
¡Gracias por las flores!