“Cada
paso que das es un paso menos que falta” “Cada paso que das es
un paso menos que falta” …. Estas son las palabras que han
acompañado a Joseph en toda la andadura de hoy a través de unos
hermosos bosques centenarios.
Ha
sido una etapa cómoda embriagado por el entorno rural gallego. Casas
aquí y casas allá, sin formar núcleos precisos; muchos maizales y
de vez en cuando un “cruzeiro”.
Lavandeira,
Carracedo, O Campo, Casalderrique, Pontecesures ….
Elvireta
lo mismo, pero pisando la N-550.
Los
dos entramos en Padrón, pero por distinto lugar y a horas
diferentes.
Llegamos
hasta el río Sar, el mismo por donde dicen que desembarcaron los
discípulos de Santiago con los restos del Apóstol en el año
42 o 44 de nuestra era.
Una
larga recta paralela a este río lleva hasta el mercado de Abastos y
el paseo del Espolón de Padrón, donde nos recibe el monumento al
Nobel de Literatura Camilo José Cela.
En
el otro extremo del Paseo se encuentra la estatua en homenaje a la
escritora Rosalía de Castro y la iglesia de Santiago. Del templo
románico sólo queda una piedra.
Nuestro
encuentro fue como casi siempre en el Albergue de Peregrinos donde
Joseph y el grupo de Castellón estaban cantando unas jotas esperando
que la hospitalera abriera el albergue para sellar sus credenciales.
Padrón
es una villa de origen medieval que conserva aún el encanto del
pasado en todos los rincones.
Pero por lo que ahora es famosa es por
sus pimientos.
“Pimientos
de Padrón, unos pican sin, otros pican non”
Degustamos
una bandeja de ellos y una plata de chipirones acompañándolo con
una botella de buen Ribeiro.
La
sorpresa del día la tuvimos con la visita de Eduard que desde
Santiago vino a tomar un café con nosotros.
Nos
llevó a la Casa-Museo
de Rosalía de Castro, la vivienda donde la genial poetisa gallega
pasó largas temporadas de su vida y en la que murió de cáncer en
1885.
Una
estatua en el paseo del Espolón, costeada por padroneses de Uruguay,
recuerda a la hija más famosa del pueblo.
Cerca
de esta Casa-Museo visitamos la Iglesia de Iria Flavia y el
cementerio donde está la tumba de Camilo José Cela.
Fue
un encuentro cálido, cariñoso y muy interesante porque Eduard es un
excelente conocedor de la cultura gallega.
Fotos
para nuestro nietos para ver si son capaces de saber para qué servía
este traje de paja que usaban los pastores hace muchos años.
¿Qué es esto tan “raro” de esta imagen?
Me quedo con las ganas de saber si los pimientos que comisteis picaban o non. Últimamente los que compro yo no lo hacen, no serán de ahí.
ResponderEliminarQue suerte que os acompaña el tiempo. ¿Como va el cansancio?. ¡¡¡Abrazos y ánimo!!!.
Los pimientos que comimos no picaban y cuando yo pregunté si algunos lo hacían, me contestaron que no, que los auténticos no pican; y noté que no les gustaba la pregunta.
EliminarLa última etapa el tiempo ha sido muy malo; lluvia, sol fuerte, mucha evaporación y un calor húmedo sofocante. José Antonio llegó, cansado, pero llegó. Hoy ya volvería a empezar otra etapa. Pero volvemos a casa. Besos. Hasta mañana.
Sirve para asustar a los pájaros (Clara) o para "disfreçar-se" y hacer entrar a los caballos a las jaulas.
ResponderEliminarSon "arreles" de la planta.
Ya sabemos que habéis llegado a Santiago:
¡¡¡ENHORABUENA!!!
Muchos besos, ya tenemos ganas de veros.
Este traje de paja lo vimos en el Museo-Casa de Rosalía de Castro. Es el chubasquero que usaban los pastores para guarecerse de la lluvia.
EliminarLos "hilos" que abrazan a otra planta es un vegetal que va comiéndose los otros, o sea, una planta parásita que vive a costa de las otras. Es una especie rara, muy curiosa y aquí se ven muchas.
Ya veo que todo os va fenomenal. ¡A seguir disfrutando del camino.. y de la buena gastronomía gallega, jeje! Un abrazo para los dos.
ResponderEliminarElvira en casa ya?a ver si nos vemos miercoles o a la vuelta de Vic,besets
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